SIMOF es de los jóvenes. Doble R y Fibes deben captar el mensaje que en los últimos años han recibido en forma de incorporaciones a su pasarela por parte de una hornada de jóvenes creativos y con talento. Es el mensaje que nos está quedando de una pasarela que definitivamente está poniendo una flamenca que es moda y que se lo debe todo a un grupo de creadores que está cambiando (para bien) el concepto de los volantes en pasarela. Si en el jueves vimos vimos brillar a Alex de la Huerta, Pedro Bejar y Patricia Bazarot, ayer viernes tuvimos un atracón en cinco actos con las nuevas colecciones de Ana Morón, María de Gracia, Antonio Gutiérrez, Cristina García y Javier García. Cinco nombres y cinco personalidades que pusieron a su manera a todo el público en pie y a los que hay que agradecer esa mutación de SIMOF, que debería apostar más por estas ideas que, principalmente, no merece mejor calificativo: es moda.
A ellos se unieron ayer Luis Fernández y Alejandro Santizo, ganador y mención especial del certamen de nóveles celebrado en la mañana del viernes. También vimos en la segunda jornada el regreso de Arte y Compás o Trinitrán a SIMOF, el debut de Flamencas by María Ramírez o el desfile de Molina protagonizado por bailaoras y folclóricas. Como detalle, Noelia López fue la modelo invitada del día y hemos de decir que la modelo lebrijana supo hacerse con el cierre de unas colecciones para recordar. Esto fue lo que dio de sí el día:
‘Habemus Flamenca’ Luis Fernández (izquierda) es la colección ganadora del certamen de nóveles de este SIMOF. Inspirada en la cultura clásica y con detalles barrocos, la colección gustó gracias a su juego de volúmenes, patronaje y costura impecable. Lo mismo podemos decir de Alejandro Santizo, ganador de la mención especial, que en ‘Mi amanecer se llama Aurora’ (a la derecha) describió el transito de la noche al alba en una serie de canasteros generosos en metros de tela, aunque quizá se excedió al presentar trajes muy comerciales (le faltó ese punto de riesgo que gustar ver en nóveles). Premios merecidos en una final de nivel alto y en la que tres favoritos merecieron más: María Ávila, Jose Raposo y Florencio Pérez.
Arte y Compás, ‘Mis flamencas Vintage’. Un Camino del Rocío clásico o una Cruz de Mayo de las que ya no se montan se recreaban en las flamencas con las que Arte y Compás volvía a SIMOF. Nejas enterizas, lunares, faldas con mucho vuelo y una esencia andaluza que sabes que luego te encontrarás en nuestras fiestas.
Flamencas by María Ramírez, ‘Maralva’. Debutante en pasarela, la flamenca de esta firma gaditana se caracteriza por usar volantes con caída, colores y estampados llamativos y ausencia de volúmenes que, a veces, se echaban en falta en algunos trajes. Si bien todo fue muy ponible, a la colección le faltaba ese algo que piden los trajes que se suben a pasarela.
Trinitrán, ‘De arriba abajo’. Trinidad Revuelto sube sus complementos a la pasarela para convertirlos en los verdaderos protagonistas de los looks de corte informal que presentaba. A sus pendientes, pulseras, broches o peinecillos se unían varias aplicaciones para pantalones o camisas que buscaban dar ese aire flamenco y cordobés a cada estilismo gracias a la vistosidad de sus complementos.
Ana Morón, ‘Goya’. ‘Metamorfosis’ fue una colección de transición. Es la idea que sacamos en claro de la nueva colección de Ana Morón. Inspirada en la obra de Goya, la colección tenía en los madroños, aplicaciones de motivos florales o en las transparencias los elementos que nos regalaron unos trajes que demuestran que la mente de Ana no descansa y que, un año más, puede sorprender y crear una flamenca de diseño con su dosis exacta de espectacularidad. Como en sus predecesoras, el juego de mangas y escotes nos deja ideas que habrá que revisar con lupa en próximas semanas junto a una serie de trajes en blanco y negro que, cada vez más, se muestra como la combinación que mejor sienta a los diseños de Ana. Sublime y sin peros un año más.
María de Gracia ‘Culpables’. Considerada por muchos como la diseñadora moderna de SIMOF, María de Gracia hizo honor a su apelativo con una colección muy cerrada a unos tejidos y texturas en los que predominaron la red en 3D, el tul, los volantes de capa, los cortes rectos y los contrastes de volúmenes, formas entalladas y patrones holgados. Rodeadas de arcos de luz, con música electrónica pinchada en directo y unos estilismos sencillos, la colección tuvo algo que fue clave: María de Gracia arriesgó con materiales y cortes que se salen radicalmente de lo flamenco y lo plantó en una colección que deja bastante claro que todavía se puede llegar más lejos y que el discurso flamenco aún puede amoldarse a nuevas letras…
Antonio Gutiérrez, ‘Amor Amargo’. De granadino a granadino: la obra de Lorca inspiró estos versos de ‘Amor Amargo’ con los que Antonio Gutiérrez retomó esa imagen costumbrista con pinceladas de modernismo estético que ya caracteriza a sus flamencas. De Bernarda Alba a Bodas de Sangre, la colección evoluciona sobre unos diseños muy visuales y coloridos cuajados de detalles y en los que las obras del creador granadino se fusionan con patrones, tejidos y formas de vestir propias del campo andaluz en la década de 1930. Romanticisimo lorquiano y sello de Graná en una colección que recoge ese estilo donde Antonio parece sentirse más cómodo.
Cristina García, ‘Silencio’. Y por fin disfrutó. Por fin gritó, chillo, se despeinó e hizo realmente lo que le salió del moño. Sin miramientos ni reparos: Cristina García hizo la colección que le dio la gana y retomó aquella flamenca que le dio la gloria hace 3 años. Una flamenca de volantes infinitos, cuerpos muy entallados, colores en clara sintonía con una noche neoyorkina en Studio 54, estilismos que no entienden la sencillez y una estética travesti que se llevaría la aprobación de Ru Paul. Sin duda alguna, la colección perfecta para ir a la Feria rodeada de amigos rabiosamente heterosexuales que te traten como si fueras Mónica Naranjo en su época de ‘Palabra de Mujer’.
Javier García, ‘Flores a Ella’. La evolución personal que ha vivido Javier García desde que llegó a SIMOF quedó plasmada en su tercera colección en pasarela. Pocos colores, pocos detalles y una temática muy concreta: la Semana Santa representada en sus colores. Verde macareno y morado nazareno junto a rojo, blanco y negro conformaban la reducida paleta cromática que iban enlazando los diseños de la colección de principio a fin. En un segundo plano quedaron los barroquismos para sacar afuera una elegancia sobria y flamenca en la que un patronaje impecable dejaba un juego de faldas y mangas que, a buen seguro, encantará a su clientela.
Para hoy sábado tenemos una jornada completa de mañana y tarde. Os dejamos con el timing y os recordamos que mañana tendréis aquí el nuevo post: